Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1876-1877 (Cortes de 1876 a 1879)
Sesión: 26 de diciembre de 1876
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 154, 4355
Tema: Destino ulterior de los bonos del Tesoro

El Sr. SAGASTA: Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El Sr. SAGASTA: Como no se podía presumir que el debate fuera tan rápidamente como ha ido, uno del los autores de la enmienda, que pensaba apoyarla no se halla presente. Pero no es cosa de dejarla sin defensa, y voy a decir muy pocas palabras, porque es una adición justísimo, y porque la creo de interés para el país, puesto que si a los contratistas de obras públicas no se les pagan éstas, tendrán que paralizarlas, con lo cual el país sufrirá un grave quebranto, a parte de la consideración de que quedará sin pan una multitud de jornaleros.

Y cúmpleme decir al Sr. Ministro de Hacienda que si por no pagar a los contratistas se paralizan las obras que se están construyendo, y por no pagar a los peones camineros no se conservan las existentes, esta Nación se va a convertir en una Nación de desastres.

Y ya que de esto hablo, he de recordar también al Sr. Ministro de Hacienda, como antes lo hice al de Fomento, la situación de los peones camineros de la provincia de Logroño, que hace diez y nueve meses que no cobran. No invocaré la justicia, pido al Sr. Ministro una limosna para esos jornaleros del Estado, porque se hallan imposibilitados de pedirla ellos, y de alguna manera se ha de atender a la subsistencia de los jornaleros del Estado que se mueren de hambre y ven perecer de hambre a sus familias. Parece imposible, Sres. Diputados, que braceros que sólo ganan 7 rs. estén diez y nueve meses sin cobrar. Yo ruego al Sr. Ministro de Hacienda que ya que ha dicho muchas veces que trata de igualar la situación de todas las provincias, procure igualar la de Logroño a las demás, siquiera sea en lo que se refiere a la conservación de carreteras.

Por lo demás, si, como antes he dicho, a los contratistas de obras públicas no se les atiende con la consideración que merecen sus desembolsos, y por consiguiente sus créditos, nos vamos a encontrar con la paralización de todas las obras en España, lo cual sería tan funesto para el país como inconveniente para el Gobierno. Debo añadir que el antecesor del actual señor Ministro de Hacienda hizo verbalmente una especie de convenio con los contratistas, en virtud del cual se les abonaba el 6 por 100 de los atrasos que experimentaran en el percibo de sus créditos: pero luego, viendo la penuria del Tesoro, los contratistas se prestaron a dejar de percibir ese tanto por ciento con tal que, aunque no con perfecta normalidad, y sí con algún retraso, se les fuera satisfaciendo lo que habían acreditado cerca del Gobierno; pero el resultado es que el Gobierno no ha cumplido con ese convenio; los contratistas de obras públicas no reciben en todo ni en parte, ni aun con atraso, el pago de sus créditos, y además han dejado de percibir el 6 por 100 de los atrasos.

Deseo, pues, que se conceptúe esta atención como preferentes, por la importancia que en sí encierra, y por el interés que de ello puede reportar el país. No sé qué inconveniente pueden tener ni la comisión ni el Gobierno en aceptar la enmienda; pero si realmente le tienen, yo no he de hacer mucho hincapié en defenderla, si el Sr. Ministro de Hacienda promete solemnemente atender, como espero, a ese servicio con la preferencia que merece.



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